Por Ramón Santana
Un total estimado de 2
millones 150 mil dominicanos, lo que equivale al 18 por ciento de la población
de su país, residen en el extranjero, según estadísticas recopiladas por la
organización no gubernamental Quisqueya Foundation, que tiene su sede en Boston, Estados Unidos.
Razón por la que se ha
pensado en la importancia de la creación del Instituto para los
Dominicanos en el Exterior, el cual ha sido prometido por el presidente Danilo
Medina antes y al momento de juramentarse como como gobernante de la República
Dominicana.
Este número sin lugar a
dudas es considerable, tomando en cuenta lo pequeño de nuestro país, en
comparación con las naciones desarrolladas. Sin embargo es pertinente observar
las múltiples razones que llevan a nuestros compatriotas a asumir a otra nación
como la suya.
Según el Centro Bonó, en un
estudio sobre la Inmigración Ilegal, que siendo estas similares a las causas de
la legal, son: la falta de expectativas en el futuro, baja inversión en
educación, pobreza, desempleo, salarios de miseria, seguridad social inconclusa
y otros males sociales, motivan a los dominicanos a irse en busca de mejores
condiciones de vida.
La mayoría de los que se
van, forman parte esencial del sostenimiento de la economía nacional con el envío
de remesas, al punto de que es una ayuda importantísima para la estabilidad de
las microeconomías y en sentido general para la nación.
Sin embargo los criollos en el extranjero,
nunca olvidan sus raíces, la cultura, la música, como en este país se comparte
en los ríos, en los barios y en los campos. Yes que la forma del dominicano
compartir con los demás es inigualable, mencionan que el nacional en cualquier
lugar que este, ya sea en su casa en su trabajo en el moto-concho, carro
público o en cualquier otro lugar entabla una conversación con cualquier
persona aunque nunca lo hubiese conocido.
Los rasgos caracterismos
nuestros nos distinguen en cualquier país en el que nos encontremos, según
dicen los que viajan. Es que somos gente de merengue, de bachata y de
amistad sincera.
Nos gusta el café, el concón
el aguacate, el jugo de limón, el agua de coco, el mango entre otros frutos.
La verdad es que la mayoría de
dominicanos que están en el extranjero ama su patria, y desea volver, en el país
se debe trabajar para que todo el que desee lo pueda hacer, sin que tenga la
dificultad de padecer los mismos males por los que se vio obligado a
emigrar.
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